Desastres
En términos generales, entendemos por “desastre” una situación en que determinadas amenazas se convierten en eventos fácticos y, en interacción con la vulnerabilidad de la población afectada, provocan un impacto destructivo cuya gravedad se pone de manifiesto en alteraciones socioeconómicas, infraestructurales y sanitarias que demandan procesos relativamente prolongados de rehabilitación y reconstrucción.
Riesgo de desastre
Este concepto, el más integrador, define la potencialidad de que en una población concreta ocurran determinadas situaciones de desastre.
Amenazas e intervención
A veces, teniendo en vista eventos naturales como los terremotos y las inundaciones, se da a entender que las amenazas constituyen la dimensión “invariable” del riesgo. De este punto de vista se desprende lógicamente otro: “sólo la vulnerabilidad puede ser intencionalmente transformada por el hombre”. Pero esto no es así ni tan sencillo.
Por vulnerabilidad entendemos las características de una persona o grupo desde el punto de vista de su capacidad para anticipar, sobrevivir, resistir y recuperarse del impacto de una amenaza natural…la población es vulnerable y vive o trabaja en condiciones inseguras. Evitamos usar la palabra vulnerable respecto a subsistencias, construcciones, localizaciones o infraestructura y en su lugar usamos términos como ‘peligroso, frágil, inestable’ o sus sinónimos.
martes, 23 de noviembre de 2010
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